¿¿Recuerdas que en pascua y semana Santa rezamos el Vía Crucis??
Pues el Vía Lucís, es una devoción reciente que lo complementa pues se recorren catorce estaciones con Cristo triunfante desde la Resurrección a Pentecostés, siguiendo los relatos evangélicos.
Desde el Domingo de Pascua hasta el de Pentecostés hubo cincuenta días llenos de acontecimientos, inolvidables y trascendentales, que los cercanos a Jesús vivieron intensamente, con una gratitud y un gozo inimaginables.
De igual forma que las etapas de Jesús camino del Calvario se han convertido en oración, queremos seguir también a Jesús en su camino de gloria. Éste es el sentido último de esta propuesta una invitación a meditar la etapa final del paso de Jesús por la tierra.
El Vía Lucís es el camino de la luz, del gozo y la alegría vividos con Cristo y gracias a Cristo resucitado.
Vamos a vivir con los discípulos su alegría desbordante que sabe contagiar a todos.
Vamos a dejarnos iluminar con la presencia y acción de Cristo resucitado que vive ya para siempre entre nosotros.
Vamos a dejarnos llenar por el Espíritu Santo que vivifica el alma.
¿CUÁNDO SE REZA EL VIA LUCIS?
Así como el "Vía Crucis" se celebra popular y devocionalmente los viernes, y tal vez los martes (días de misterios "dolorosos"), el "Vía Lucis" es propio del domingo, día en que resucitó Jesús al amanecer, y también el miércoles, en que tradicionalmente se meditan los misterios gloriosos de salvación.
No obstante, según la devoción y práctica personal, nada impide que uno y otro se celebren también particularmente en distintos días y circunstancias, según lo establezca cada uno por sí mismo, en compañía o en comunidad familiar o eclesial.
¿CÓMO REZAR EL VIA LUCIS?
Para rezar el Vía Lucís, en que compartimos con Jesús la alegría de su Resurrección, proponemos un esquema similar al del Vía Crucis:
1. En lugar de portar la cruz, símbolo de la pasión, se lleva procesionalmente el cirio pascual, o un icono de la resurrección bien alto y a la vista de todos.
2. Así puede comenzarse con la señal de la cruz y una oración de pedido de perdón a Dios Padre para celebrar con mayor libertad de corazón y espíritu la gloria del Señor Jesús Resucitado.
3. Enunciado de la estación - presentación o monición que encuadra la escena.
4. Texto evangélico correspondiente a la estación.
5. Comentario al pasaje de la Escritura.
6. Culminando con una oración que haga referencia a lo meditado. Oración que pretende tener un tono de súplica.
7. Para completar este esquema, si se desea, después del enunciado de cada una de las estaciones, se puede decir:
V/ Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.
R/ Como anunciaron las Escrituras. Aleluya.
V/ Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
R/ Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ofrecemos a continuación una propuesta, entre las ya extendidas, de estaciones del Vía Lucís.
No hay comentarios:
Publicar un comentario